lunes, 31 de agosto de 2015


 El Modernismo

El modernismo se nombraba como cierta corriente irregular de renovación religiosa, y se implementó en el campo de las artes a preferencias surgidas en los últimos 20 años del siglo XIX.

Sus características más comunes eran un acentuado anticonformismo y un esfuerzo de renovación. En su origen el apodo «modernistas» era utilizado con un to despectivo. En 1890, Rubén Darío y otros asumen tal designación con insolente orgullo; a partir de entonces el término modernismo fue perdiendo valor ofensivo para el público.

La crisis mundial en el arte, la religión se conoce como modernismo, que se manifiesta en el arte, la ciencia, la religión y la política. En ciertos aspectos su resonancia se percibe en movimientos y en corrientes consecutivas. En el principio del Modernismo hay un profundo desacuerdo con la civilización burguesa.

En ciertos sentidos, se trata de una corriente heredera del Posromanticismo decimonónico, al que da una especie de salida, y en las demás artes esta estética se plasma en las formas del art nouveau que se da en Bélgica y Francia, Modern Style que se encuentra en Inglaterra, Sezession de Austria, Jugendstil en Alemania y Países Nórdicos, Liberty en Estados Unidos, Floreale en Italia, y Modernismo artístico que se encuentra principalmente en España e Hispanoamericana.

Se le conoce como al termino modernismo por que se denomina un movimiento literario que se creó en los años 1880 y 1920, primordialmente se desarrolla en la poesía, que caracteriza por un entorno de rebeldía creativa, una sobresaliente aristocracia, en lo cultural y a nivel social tuvo un profundo cambio en la estética del lenguaje.

El Modernismo cuenta con un elevado número de escritores en América. Algunos han tenido verdadera repercusión internacional y otros han quedado reducidos al ámbito nacional.

Un aspecto común fueron los viajes que hicieron, bien por trabajo muchos fueron diplomáticos bien por ampliar sus conocimientos y conocer a otros escritores.

Rubén Darío es, sin lugar a dudas, el más influyente, pero también hay otros que entablaron relaciones con escritores españoles.

El Modernismo en Ecuador fue representado por un grupo de cuatro poetas, a los cuales se los denominó La Generación Decapitada, debido a la forma en la que murieron; tres de ellos, Ernesto Noboa y Caamaño, Arturo Borja y Humberto Fierro, por suicidio y el cuarto, Medardo Ángel Silva, en situación extraña de la cual se han formado una serie de hipótesis. El término Generación Decapitada fue dado por el ensayista y periodista Raúl Andrade en su libro El perfil de la quimera.

El modernismo en Ecuador fue tardío respecto al modernismo del resto de la región, debido a que el país se encontraba en una guerra civil, durante el auge modernista sudamericano, los poetas modernistas en Ecuador, tuvieron la influencia de Rubén Darío, y de poetas simbolistas franceses como Baudelaire, Víctor Hugo, Samain, Rimbaud y Verlaine, gracias a los cual fundieron los elementos del romanticismo y simbolismo francés, con los elementos de melancolía y desazón típicas del modernismo

La poesía modernista ecuatoriana se la caracteriza, por la elegancia en las frases líricas, la destreza para enlazar «los recursos formales más antiguos de la poesía castellana con los acentuadamente modernos»1 y revolucionarios, la abulia y hastío prematuro de todo, junto con el aire bohemio y abatido que envolvía estos versos

La abulia y el sentimiento altamente antisocial, trascendía más allá de la poesía. Los cuatro miembros de la generación decapitada, compartían más, entre ellos, que la simple afinidad por la poesía, ya que todos mantuvieron una vida bohemia e inestable, con excesos en drogas, desdichados amoríos, además de la apatía a la notoriedad literaria, y sus trágicas muertes.

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